Injerto óseo

La cirugía de injerto óseo es un procedimiento odontológico que se realiza para aumentar o reconstruir la cantidad de hueso en una determinada área de la boca. Esta técnica es esencial en situaciones donde la pérdida de hueso ha ocurrido debido a extracciones dentales, enfermedad periodontal, traumatismos u otras condiciones que afectan la estructura ósea.

injerto óseo

Descripción del Procedimiento de Injerto Óseo:

Evaluación y Planificación:
Antes de la cirugía, se realiza una evaluación exhaustiva de la salud bucal del paciente, que puede incluir radiografías y tomografías computarizadas para evaluar la cantidad y calidad del hueso disponible. En base a esta información, se planifica el tipo de injerto óseo necesario.

Selección del Injerto:
Los injertos óseos pueden obtenerse de diversas fuentes, como el propio paciente (autoinjerto), donantes humanos (aloinjerto) o materiales sintéticos. La elección del injerto depende de la situación clínica específica y las preferencias del paciente.

Anestesia:
La cirugía de injerto óseo se realiza bajo anestesia local o, en algunos casos, anestesia general, según la extensión del procedimiento y las preferencias del paciente.

Acceso a la Zona de Injerto:
Se realiza una incisión en la encía para exponer el área donde se llevará a cabo el injerto óseo. Esto proporciona acceso al hueso subyacente que requiere aumento.

Preparación del Sitio Receptor:
El cirujano prepara el sitio receptor, creando un lecho en el hueso donde se colocará el injerto. Esto puede incluir la creación de pequeñas cavidades o ranuras para albergar el injerto de manera efectiva.

Colocación del Injerto Óseo:
El injerto óseo se coloca con precisión en el área preparada. Puede fijarse en su lugar mediante tornillos, clavos o dispositivos de fijación, o simplemente se puede colocar en el sitio y cubrirlo con una membrana de barrera para protegerlo durante el proceso de curación.

Cierre de la Incisión:
Después de colocar el injerto óseo, se sutura la incisión en la encía. La utilización de puntos de sutura biodegradables o que se retirarán en una visita de seguimiento dependerá de la técnica y del área tratada.

Cicatrización y Integración del Injerto:
Durante el período de cicatrización, que generalmente abarca varios meses, el injerto se integra gradualmente con el hueso circundante. Durante este tiempo, se forma nuevo tejido óseo alrededor del injerto, fortaleciendo y aumentando la estructura ósea en la zona tratada.

Seguimiento y Colocación de Implantes:
Una vez completada la integración del injerto, se programa una visita de seguimiento para evaluar la salud del tejido y, si es necesario, se procede con la colocación de implantes dentales o con el tratamiento adicional planificado.

La cirugía de injerto óseo es fundamental para crear una base sólida y saludable que permita la colocación exitosa de implantes dentales o mejore la estabilidad y la estructura ósea en áreas específicas de la boca. Con un cuidado postoperatorio adecuado, esta técnica contribuye significativamente a restaurar la función masticatoria y la estética dental en pacientes que han experimentado pérdida ósea.


Reserva Una Cita

Primera visita y diagnóstico gratuito.


Circunstancias comunes en las que se recomienda un injerto óseo:

Pérdida Ósea por Extracciones Dentales:
Después de la extracción de un diente, especialmente si se trata de una extracción compleja o de una pérdida ósea significativa, puede ser necesario realizar un injerto óseo para preparar el área para futuros implantes dentales.

Enfermedad Periodontal Avanzada:
La enfermedad periodontal avanzada, que afecta las encías y el hueso de soporte dental, puede resultar en la pérdida de hueso. En estos casos, un injerto óseo puede ser necesario para restaurar la estructura ósea perdida.

Traumatismos o Lesiones:
Lesiones traumáticas, fracturas o cirugías previas pueden dar lugar a pérdida ósea en la mandíbula o el maxilar, lo que requiere un injerto óseo para restablecer la integridad del hueso.

Atrofia Sinusal:
En la parte posterior del maxilar superior, la atrofia sinusal puede dejar poco espacio para la colocación de implantes dentales. Un injerto óseo, a menudo en combinación con una elevación de seno, puede ser necesario para crear la altura ósea suficiente.

Anomalías Congénitas o Malformaciones:
Algunas personas pueden tener anomalías congénitas o malformaciones que afectan la cantidad o la calidad del hueso en la mandíbula o el maxilar. En estos casos, un injerto óseo puede ser parte del plan de tratamiento.

Reparación de Defectos Óseos:
Defectos óseos causados por quistes, tumores benignos o procedimientos quirúrgicos previos pueden requerir la realización de un injerto óseo para corregir la deformidad y restaurar la función.

Preparación para Implantes Dentales:
Cuando se planifica la colocación de implantes dentales y se identifica una insuficiencia de hueso durante la evaluación preoperatoria, un injerto óseo puede ser necesario para crear una base sólida y garantizar el éxito a largo plazo de los implantes.

Mejora de la Estabilidad y Estética:
Un injerto óseo también puede ser recomendado en situaciones en las cuales se busca mejorar la estabilidad de las prótesis dentales o restaurar la estética facial y dental.

La decisión de realizar un injerto óseo se toma después de una evaluación cuidadosa de la salud bucal del paciente y la planificación del tratamiento. Este procedimiento es esencial para proporcionar una base sólida que permita la colocación exitosa de implantes dentales y mejore la calidad de vida del paciente al restaurar la función masticatoria y la estética dental.


Preguntas Frecuentes

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad